por Ivo Fiz - junio 19, 2025
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El email marketing es una excelente herramienta de marketing y ventas, para cualquier negocio.
También es un gran oportunidad profesional, para copywriters y especialistas de marketing a los que las guste escribir.
Consiste en enviar mensajes relevantes y personalizados a personas que han dado su consentimiento para recibir comunicaciones por correo electrónico.
Su objetivo es construir relaciones, generar confianza y acompañar al usuario desde que descubre tu marca hasta que toma una decisión de compra o contratación.
Si estás dando tus primeros pasos en esta especialidad, te sugiero ver mi tutorial sobre qué es el email marketing.
A continuación, voy a resumirte cómo funciona el proceso completo, desde la captación del primer suscriptor hasta la conversión, y qué herramientas necesitas para ponerlo en marcha.
Después, profundizaré en cada apartado.
Todo comienza con una base de datos de calidad.
No se trata de comprar listas ni de enviar correos sin permiso: los mejores resultados vienen de personas que se han suscrito voluntariamente.
Puedes captar suscriptores mediante formularios en tu web, contenidos descargables, concursos o eventos.
Por ejemplo, esta publicación forma parte de mi estrategia de contenidos, con la que atraigo a personas como tú, interesadas en el email marketing o el email copywriting.
Para lograr tus datos, necesito un formulario de suscripción.
Sin embargo, hace falta algún incentivo.
En este caso, te ofrezco mi curso gratuito de email marketing.
Necesitas una plataforma profesional que te permita diseñar correos, automatizar envíos y medir resultados.
Algunas de las más conocidas son GetResponse, Mailchimp o Brevo.
Personalmente, utilizo Active Campaign. No obstante, puedes escoger la que prefieras.
Con ellas puedes:
No basta con enviar correos de forma puntual.
Debes definir qué tipo de mensajes enviarás (promociones, newsletters, tutoriales, etc.), con qué frecuencia y con qué objetivo.
Una buena estrategia de email marketing combina utilidad para el lector con objetivos de negocio claros.
La automatización permite que cada persona reciba el mensaje adecuado en el momento justo.
Por ejemplo: un correo de bienvenida al suscribirse, una secuencia de contenido educativo, o un recordatorio si abandona el carrito de compra.
Por ejemplo, este es uno de los emails de bienvenida de mi formación gratuita.
Después de cada campaña, analiza los resultados: cuántas personas abrieron el correo, hicieron clic o completaron la acción esperada.
Esta información te permite mejorar cada envío futuro.
En resumen:
El email marketing es un sistema que combina estrategia, tecnología y contenido para construir relaciones sólidas con tus suscriptores.
Cuando se hace bien, no solo informa o vende: acompaña al usuario en su camino hacia la confianza y la acción.
Te recomiendo ver la guía sobre ventajas y beneficios el email marketing.
Si tienes un negocio, un proyecto personal o prestas servicios profesionales, quiero que entiendas esto desde el principio: el email marketing no es solo una herramienta más.
Es un activo.
Uno que puedes construir, controlar y hacer crecer sin depender de los algoritmos de terceros.
Déjame explicarte por qué es tan valioso para ti.
Cuando creas una lista de suscriptores, estás construyendo algo que es tuyo.
A diferencia de las redes sociales, donde una decisión de la plataforma puede hacer que pierdas visibilidad de un día para otro, el correo electrónico te da una línea directa con las personas que quieren saber de ti.
No estás hablando al aire.
Estás hablando con alguien que te ha dado permiso para estar en su bandeja de entrada.
Puedes adaptar lo que dices en función de lo que esa persona ha hecho, comprado, leído o incluso del momento en que abrió un correo anterior.
Puedes enviarle contenido en función de lo que los temas o productos que le interesan.
Y por supuesto, también puedes segmentar tus envíos dependiendo del perfil de usuario o cliente.
Eso no lo consigues con casi ningún otro canal.
Mira.
Este es un email que enviamos con uno de mis clientes -BIG School-, a una parte de sus suscriptores, para venderles una formación en YouTube.
Lo enviamos específicamente a aquellas personas interesadas en el sector de la música.
Imagina esto: alguien descubre tu contenido, se suscribe, recibe una secuencia de bienvenida, empieza a leerte con frecuencia, recibe una oferta bien presentada y acaba comprando.
Luego le ofreces más valor, vuelve a comprarte o incluso te recomienda.
Todo eso se puede automatizar, y todo empieza con una dirección de correo.
Se calcula que por cada euro invertido en email marketing, puedes llegar a generar hasta 36 euros. No necesitas un gran presupuesto, ni invertir en anuncios cada mes.
Solo necesitas una estrategia clara, una herramienta que te facilite el trabajo y una relación de confianza con tu audiencia.
Si cada email que envías tiene intención, aporta valor y está bien escrito, las personas empezarán a asociarte con profesionalidad, criterio y claridad.
Eso aplica tanto si vendes productos como si ofreces servicios o compartes tu conocimiento. Tus correos pueden ser una extensión de tu voz, de tu marca y de tu forma de pensar.
Como ves, esto va mucho más allá de “mandar correos”.
Si sabes usarlo bien, el email marketing se convierte en uno de tus recursos estratégicos más poderosos. Y, lo mejor de todo: está al alcance de cualquiera que esté dispuesto a hacerlo con inteligencia y constancia.
Sé que hoy tienes decenas de opciones para comunicarte con tu audiencia: redes sociales, anuncios en buscadores, contenidos en vídeo, pódcasts, mensajes directos, publicaciones en blogs…
Y todos pueden tener su lugar.
Pero si tengo que ser honesto contigo, el email marketing sigue teniendo ventajas que muy pocos canales pueden igualar.
Déjame mostrarte por qué.
En Instagram o en LinkedIn, puedes tener miles de seguidores y que solo un pequeño porcentaje vea lo que publicas.
¿Te ha pasado?
Con el email, tú eliges cuándo escribes, a quién y con qué mensaje.
Y si lo haces bien, la persona al otro lado lo abrirá, lo leerá y actuará.
No hay intermediarios que limiten tu alcance.
No necesitas un presupuesto diario ni preocuparte por si el coste por clic sube esta semana.
Si ya tienes una lista de personas interesadas, puedes enviar un correo cuando quieras, sin coste adicional.
Es una inversión a largo plazo que se amortiza sola con el tiempo.
El blog, los vídeos o los posts son buenos para atraer.
Pero el email es el canal donde puedes acompañar a alguien paso a paso, con intención, hasta que tome una decisión.
Es donde más conversión ocurre.
Donde puedes contar una historia, resolver objeciones y presentar una oferta sin interrupciones.
El posicionamiento en buscadores puede tardar mucho tiempo en dar frutos.
Y aunque merece la pena, el email te permite actuar hoy.
Puedes enviar una campaña esta misma semana y medir los resultados al día siguiente.
Es inmediato y medible.
Está en un espacio íntimo: la bandeja de entrada.
No estás compitiendo con vídeos de gatitos, con anuncios de marcas gigantes o con bailes virales.
Estás a solas con tu lector.
Y si sabes usar bien ese momento, puedes generar una conexión muy valiosa.
No te digo que renuncies a los otros canales.
De hecho, puedes integrarlos.
Pero si buscas una herramienta que te permita vender, fidelizar, posicionarte y crecer con autonomía, el email marketing sigue siendo uno de los canales más inteligentes que puedes usar.
Y quiero ayudarte a aprovecharlo al máximo.
Una estrategia de email marketing bien diseñada no se limita a enviar promociones de vez en cuando.
Si quieres construir relaciones reales y generar resultados sostenibles, necesitas combinar distintos tipos de correos, en función del momento del viaje del cliente, en que se encuentra cada suscriptor de tu lista.
Lo primero que debes tener en cuenta es que se pueden hacer tres tipos de envío:
Te recomiendo examinar la guía sobre tipos de email marketing, para descubrir todas las posibilidades.
Aquí te explico los principales emails en una estrategia de email marketing.
Este es el primer mensaje que alguien recibe cuando se suscribe a tu lista.
Y créeme: es mucho más importante de lo que parece.
Es tu oportunidad para dar las gracias, presentarte y explicar qué puede esperar de ti.
Puedes aprovechar para contar tu historia, invitar a explorar tu web o compartir un recurso útil.
Un buen email de bienvenida marca la diferencia entre una suscripción olvidada y una relación que empieza con buen pie.
Y al contrario de lo que se piensa, este tipo de emails puede tener enfoques muy diversos.
Por ejemplo, este es uno de los emails de bienvenida enviado por Jesús Orozco de Consultoria.io, especializados en marketing para ecommerce.
Tiene un enfoque claramente volcado en reserva de una consultoría, para la contratación de sus servicios.
Las newsletters sirven para mantener el contacto con tu audiencia de forma regular.
Pueden ser semanales, quincenales o mensuales, lo importante es que tengan una estructura clara y contenido relevante.
Puedes usarlas para compartir reflexiones, novedades, artículos útiles o enlaces a recursos.
No se trata de vender en cada correo, sino de estar presente, aportar valor y reforzar tu posicionamiento.
Por ejemplo, esta es una newsletter que envié avisando de la primera entrevista que he hecho, desde hace años.
Aquí sí hablamos de ventas.
Los emails promocionales están pensados para lanzar ofertas, campañas puntuales o productos concretos.
Lo ideal es que sean breves, directos y centrados en una sola acción.
Puedes usar la urgencia, los descuentos, los testimonios o la escasez como recursos de persuasión.
Pero, sobre todo, asegúrate de que el mensaje esté bien segmentado: no todas las ofertas interesan a todo el mundo.
Por ejemplo, este es un email que envié precisamente durante una promoción de mi curso de email marketing y copywriting.
Son los correos que se envían automáticamente después de una acción: una compra, una descarga, un cambio de contraseña, una confirmación de pedido.
Aunque suelen tener un tono más funcional, también puedes usarlos para reforzar tu imagen de marca.
Añade un toque personal, ofrece ayuda, muestra otros recursos útiles o da el siguiente paso lógico.
Cada punto de contacto suma.
Aquí entran dos tipos muy potentes: los carritos abandonados y los reengagement.
Estos correos te permiten generar interacción y participación.
Puedes usarlos para invitar a un webinar, lanzar una encuesta, anunciar una novedad o pedir feedback.
El truco está en enfocarlo desde el beneficio para quien lo recibe: qué va a aprender, en qué va a participar, por qué debería interesarle.
No hables solo de lo que haces; conecta con lo que esa persona quiere o necesita.
Por ejemplo, este es un email enviado por BIG School para invitar a sus suscriptores a participar en unas jornadas en directo sobre BIG Data, que son la antesala de su máster.
Este es uno de los puntos más poderosos del email marketing.
Puedes configurar envíos automáticos que se activan según lo que hace (o no hace) cada persona:
Este tipo de automatización no solo ahorra tiempo: permite que cada suscriptor reciba mensajes relevantes, en el momento justo.
Y eso se traduce en más apertura, más clics y más conversiones.
Cuando combinas estos tipos de emails dentro de una estrategia coherente, el email marketing deja de ser una táctica aislada y se convierte en un sistema que trabaja para ti, incluso mientras duermes.
Cuento con un tutorial completo sobre cómo hacer email marketing que te recomiendo ver. Aquí, voy a explicarte lo básico.
Cuento con un tutorial completo sobre cómo hacer email marketing que te recomiendo ver.
Aquí, voy a explicarte lo básico.
No necesitas tener experiencia previa para empezar con el email marketing, pero sí necesitas una estrategia clara.
Una que conecte lo que tú quieres conseguir con lo que tu audiencia necesita. A continuación te explico cómo construirla paso a paso, desde cero.
Antes de escribir una sola línea, tienes que tener claro qué esperas lograr con tus correos.
¿Quieres vender más?
¿Posicionarte como referente?
¿Fidelizar a tus clientes actuales?
Cada objetivo requiere un enfoque distinto.
Si no sabes lo que estás buscando, será difícil que midas si lo estás haciendo bien.
Por ejemplo, si vendes productos, tu estrategia puede centrarse en automatizar promociones, carritos abandonados y recomendaciones personalizadas.
Si ofreces servicios, quizá te interese más crear una secuencia de emails que eduque, genere confianza y lleve a una llamada o una consulta.
Aquí no vale con usar tu correo personal de gmail.
Para enviar emails masivos de forma profesional, necesitas una herramienta específica.
Hay muchas en el mercado: GetResponse, Mailchimp, Brevo, ActiveCampaign…
Lo importante es que te permita:
También valora aspectos como el idioma, la atención al cliente, la posibilidad de crear landing pages, formularios, o la integración con otras plataformas que ya uses (como tu web o tu CRM).
Mi consejo: empieza con una herramienta que tenga una versión gratuita o de bajo coste y que puedas escalar a medida que creces.
Necesitas marcarte metas medibles.
No basta con “quiero tener una buena newsletter”. ¿Qué significa eso exactamente?
Algunos ejemplos de objetivos concretos podrían ser:
Cada objetivo debe ir acompañado de un indicador claro. Entre los principales KPIs están:
Cuando defines estas métricas desde el principio, puedes ver qué está funcionando y qué necesitas ajustar.
No todos tus suscriptores son iguales.
Y cuanto más relevante sea lo que les envías, mejores resultados obtendrás.
Por eso, es clave que segmentes tu lista. Puedes hacerlo según:
Mira, aquí tienes un ejemplo de un segmento que tengo creado en Active Campaign.
Una vez tienes los segmentos, puedes adaptar los mensajes a cada grupo.
Por ejemplo, a quien ya te compró puedes ofrecerle un complemento, no el mismo producto. Y a quien no ha abierto tus últimos correos, puedes enviarle un mensaje especial para reactivarlo.
La personalización también puede ser más directa: incluir su nombre, recomendar productos según lo que ha visto, ajustar el momento del envío en función de sus hábitos.
El objetivo no es complicarte la vida. Es que cada persona sienta que le hablas a ella. Porque cuando el mensaje es relevante, las respuestas llegan.
Tu lista de correo es uno de los activos más valiosos que puedes tener como profesional o como negocio.
Sin embargo, no se trata solo de tener una lista grande, sino de que sea una lista sana, activa y construida con personas que realmente quieren recibir lo que tienes que contar.
Aquí te explico cómo lograrlo.
Una lista sana está formada por personas reales, que se han suscrito de forma voluntaria, que abren tus correos con regularidad y que, idealmente, interactúan con ellos.
No sirve de nada tener miles de contactos si la mayoría no te lee, no hace clic o ni siquiera recuerda quién eres.
De hecho, una lista inactiva puede perjudicarte: más rebotes, más quejas, más probabilidad de que tus correos acaben en la carpeta de spam.
Para mantener tu lista sana, te recomiendo:
Recuerda: no es una cuestión de volumen, sino de calidad.
Las herramientas de email marketing profesional incluyen apartados para hacer limpiezas periódicas.
Aquí te dejo una captura de la interfaz de Active Campaign.
Existen muchas formas de captar suscriptores, pero lo fundamental es ofrecer algo valioso a cambio del correo electrónico.
A esto se lo conoce como lead magnet o imán de prospectos, y los hay de muchos tipos:
Por ejemplo, para la fase de captación de un programa formativo de YouTube, organizamos unas jornadas con reconocidos youtubers y especialistas.
También necesitas un formulario o incluso una página de captura.
Por ejemplo, esta es una imagen de la página de captura de mi curso gratis de copywriting.
Finalmente, necesitas generar ese tráfico o visitas de potenciales suscriptores. Hay muchas alternativas:
Lo importante no es la cantidad de métodos que uses, sino que lo que ofreces sea relevante y coherente con lo que luego vas a enviar.
Si quieres captar suscriptores de forma ética, eficaz y duradera, hay algunas buenas prácticas que puedes aplicar:
Si te fijas, mis formulario suelen ser bastante sencillos.
Hablando de ello. Aquí te dejo de nuevo el formulario para curso gratuito de email marketing.
Una suscripción no es un dato, es una relación que comienza.
Y como en cualquier relación, lo que haces en los primeros minutos puede marcar la diferencia entre una conexión duradera o una oportunidad perdida.
Una de las mayores ventajas del email marketing actual es que no necesitas enviar los mismos correos a todo el mundo ni hacerlo manualmente.
Puedes automatizar gran parte del proceso y personalizar el contenido según lo que cada persona necesita, justo cuando lo necesita.
Eso no solo ahorra tiempo: mejora tus resultados de forma directa.
La automatización consiste en programar secuencias de correos que se envían de forma automática en función del comportamiento o características de cada suscriptor.
Esto te permite comunicarte con cientos o miles de personas de forma personalizada, sin tener que escribir cada mensaje a mano.
Con la automatización puedes:
Y todo esto, sin que tengas que intervenir una vez esté configurado.
Estos son algunos flujos de trabajo automáticos que puedes implementar desde el principio:
Estos flujos pueden combinar condiciones (si hace clic en un enlace, si no abre un correo, si visita una página concreta) y ramas distintas según la respuesta de cada persona.
Las herramientas de email marketing te permiten crear este tipo de flujos, usando diferentes criterios y pasos.
La inteligencia artificial ha llevado la personalización a otro nivel.
Ya no se trata solo de poner el nombre del suscriptor en el asunto. Ahora puedes adaptar casi todo:
En resumen: automatización y personalización ya no son opcionales. Son el corazón del email marketing moderno.
Si quieres comunicarte de forma más inteligente, más relevante y más efectiva, este es el camino. Y hoy, gracias a las herramientas disponibles, está más al alcance que nunca.
Una buena estrategia no sirve de mucho si tus correos no se abren, no se leen o no generan acción.
El éxito del email marketing depende, en gran parte, de cómo estructuras y redactas cada mensaje. Aquí te explico los elementos clave que debes cuidar en cada envío.
Todo correo tiene una anatomía básica, y cada parte cumple una función específica:
Uno de los errores más comunes es intentar decir demasiado en un solo correo.
Cuanto más disperso es el mensaje, menos clara es la acción.
Por eso, cada email debe tener un único objetivo.
Y todo en el mensaje debe apoyar ese objetivo: el asunto, el texto, la imagen (si la hay), el botón.
Pregúntate: ¿quieres que visiten una página? ¿Que vean un vídeo? ¿Que respondan a una pregunta?
No mezcles intenciones.
Además, utiliza un lenguaje claro, directo y personal. Háblale a una sola persona. Evita frases vagas o rebuscadas. Y si puedes cortar una frase sin perder sentido, hazlo.
Te recomiendo el tutorial sobre copywriting para email marketing.
Más de la mitad de tus lectores abrirán el correo desde el móvil.
Eso significa que el diseño tiene que ser limpio, ligero y adaptado a cualquier pantalla.
Algunos consejos básicos:
No necesitas hacer algo visualmente complejo. Necesitas que se entienda de un vistazo y que todo esté orientado a la acción.
Un email bien escrito no solo informa: conecta. Y una forma poderosa de lograrlo es a través de pequeñas historias.
No hace falta escribir una novela. Puedes empezar con una anécdota personal, una situación cotidiana o una pregunta que active la imaginación. Eso ayuda a que quien te lee se sienta identificado y quiera seguir leyendo.
Los ganchos emocionales también funcionan muy bien al principio del correo. Puedes usar:
La clave está en generar una reacción emocional real. Si logras que la persona sienta algo —interés, sorpresa, cercanía, deseo, urgencia— tienes muchas más probabilidades de que actúe.
Y recuerda: cada email es una conversación, no una campaña. Si escribes como si estuvieras hablando con alguien que te importa, se nota. Y funciona.
Puedes tener el mejor contenido del mundo, pero si tus correos no llegan a la bandeja de entrada o incumplen la normativa, todo tu esfuerzo se pierde. En email marketing, la entrega (deliverability), la reputación del remitente y el respeto por la privacidad no son detalles técnicos: son pilares. Aquí te explico cómo gestionarlos bien desde el principio.
Uno de los mayores riesgos es que tus correos acaben en la carpeta de spam. Para evitarlo, te recomiendo:
Piensa que los proveedores de correo (como Gmail o Outlook) analizan el comportamiento de los usuarios: si te leen, te abren y hacen clic, tendrás mejor puntuación. Si te ignoran o te bloquean, tu alcance se reduce.
La parte técnica también cuenta, pero no te preocupes: con una buena herramienta de email marketing, puedes configurarla fácilmente.
Una lista cuidada y una configuración técnica básica marcan una gran diferencia en tu capacidad para llegar al buzón de entrada.
El email marketing solo funciona a largo plazo si se basa en la confianza. Y eso empieza por cumplir la ley.
Mira. Todos mis formularios incluyen los correspondientes avisos legales y casillas de consentimiento.
El uso de plataformas profesionales te facilita mucho el cumplimiento de estas normativas, pero la responsabilidad última es tuya.
Mi recomendación es clara: no busques atajos.
Trabaja con una lista de calidad, cuida los aspectos técnicos y cumple las normas. Es la forma más segura —y más rentable— de construir relaciones duraderas a través del correo.
Una de las grandes ventajas del email marketing es que puedes medirlo todo. Y si puedes medirlo, puedes mejorar. Analizar lo que funciona (y lo que no) te permite tomar decisiones más inteligentes, optimizar tus campañas y aumentar tu impacto con el tiempo. Aquí te explico en qué métricas fijarte, cómo hacer pruebas y cómo interpretar los resultados.
Estas son las métricas clave que deberías revisar después de cada campaña:
No hace falta que analices todas las métricas todo el tiempo, pero conviene revisar al menos las más importantes después de cada envío o campaña.
El A/B testing consiste en enviar dos versiones diferentes de un mismo correo para ver cuál funciona mejor. Puedes probar, por ejemplo:
¿Cómo hacerlo?
La mayoría de plataformas te permiten definir qué porcentaje de la lista recibe cada versión, y cuál se considera “ganadora” en función de la métrica que elijas (aperturas, clics, conversiones). Luego, esa versión se envía al resto de la lista automáticamente.
¿Cuándo hacerlo?
El objetivo no es testear por testear, sino aprender algo útil. A veces, un pequeño cambio en el asunto o el botón marca una gran diferencia.
Aquí te dejo una captura de cómo se configura un test a/b para el envío de una campaña en Active Campaign.
Los números no sirven de nada si no los usas para actuar. Aquí te dejo algunas pautas para interpretar bien tus resultados:
El email marketing no es una ciencia exacta, pero sí es un canal que te da señales claras. Y si las escuchas con atención, te permite mejorar cada semana. Sin adivinar, sin improvisar. Con datos reales y decisiones concretas.
El email marketing no ha dejado de evolucionar. Lo que antes era un canal puntual para enviar promociones, hoy es una herramienta sofisticada que combina automatización, personalización y datos en tiempo real. Y esto no ha hecho más que empezar. Si quieres mantener tu estrategia actualizada, estas son las tendencias que ya están marcando el presente y el futuro cercano.
La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad al alcance de cualquiera que trabaje con email.
Ya puedes usarla para:
Lo interesante es que todo esto mejora la eficiencia y también la experiencia del usuario: recibe lo que le interesa, en el momento oportuno y con el tono adecuado.
Hasta hace poco, los emails eran piezas cerradas. Lo que enviabas, así quedaba. Ahora, cada vez más marcas están incorporando contenido dinámico que se actualiza según:
También están ganando presencia elementos interactivos dentro del propio correo: encuestas, valoraciones, contadores, carruseles de productos o botones con respuestas directas. Todo sin necesidad de salir del email.
Este tipo de contenido no solo capta la atención, sino que multiplica la relevancia. Y eso se traduce en más clics y mejores resultados.
El email ya no funciona en solitario. En 2025, las estrategias más eficaces son aquellas que integran el correo con el resto del ecosistema digital:
Muchas plataformas de email marketing ya permiten gestionar todo esto desde un único lugar, lo cual facilita una experiencia más coherente para quien recibe tus mensajes y más eficiente para ti como profesional o negocio.
En definitiva, el futuro del email marketing no está en hacer más envíos, sino en hacerlos mejor: con más inteligencia, más contexto y más conexión.
Y si empiezas a aplicar estas tendencias poco a poco, te vas a adelantar a la mayoría.
¿Siguiente paso?
Apúntate al curso gratuito de email marketing.
AUTOR
Copywriter, Speaker & CEO
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